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A lo seguro, a Cuba

La definición más contundente y más fiel que me traje de Cuba es la siguiente: La sociedad cubana es muy sana. Digo que es mi frase fiel porque no me genera contradicciones decirlo. Otras cosas que uno piensa de Cuba, las dice y después se queda pensando si es tan así. Aparecen las contradicciones. De esta estoy seguro. Y de eso voy a hablar, de la seguridad. En Cuba no hay alarmas ni seguridad privada, no hay pedidos de mano dura ni correos electrónicos explicando cómo hacer para caminar de noche por el centro sin que te roben, no hay secuestros ni mentiras de secuestros. No hay inseguridad ni mucho menos sensación de inseguridad. No hay violencia.


Cuando desde ciertos sectores decimos que lo primero que tenemos que garantizar es la seguridad de los derechos no estamos tirando palabras al viento desde una tarima de los derechos humanos, estamos diciendo, primero, que la inseguridad se resuelve integrando y fundamentalmente resolviendo otras cuestiones diferentes al delito.

Es cierto que la cuestión en Argentina es mucho más compleja. Y todo es urgente. Hay inseguridad y sobre todo hay medios masivos de desinformación que aumentan diariamente la sensación de seguridad. En Cuba, en cambio, todos comen, cuando decimos todos es todos, no es una general, no es una mayoría, no es un decir, es todos, todos tienen la libreta de Control de Ventas para Productos Alimenticios.
Los hospitales funcionan para todos y están cerca de todos: donde hay población hay centro de salud. En Cuba todos van al colegio, todos terminan el secundario y muchos la universidad.

En Cuba, entonces, no hay inseguridad.

O si la hay, es baja, no es un problema social, no está en la agenda. Los turistas como nosotros vamos a Cuba porque nos gusta la experiencia socialista, el Che, Fidel y la Sierra Maestra. Los otros turistas van a Cuba porque, además de tener playas hermosas, es un lugar seguro, que el resto del mundo debería envidiar. En Cuba tienen seguros los derechos. ¿Se entiende? Para usted, Blumberg, ¿me entiende?

Otra cosa, algo de color. La Policía, aunque siempre es policía y entonces siempre estará del otro lado, es la Policía Nacional Revolucionaria. Suena lindo.¿Se imaginan un cabeza de tortuga de la bonaerense con la palabra revolución en el pecho? Se autotortura.

Cuba nos dice cuáles son las cosas importantes. El resto del mundo decora la torta y muchas veces la decora sin tener nada adentro. ¿Seguro? Si, seguro. A seguro no se lo llevaron preso. Está en Cuba.

1 comentario:

Anónimo dijo...

creo que Blumberg merece respeto

Manu y Santino Dios

Manu y Santino Dios