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KRANEAR: el número TRES ya ganó la calle


(lo primero es lo primero: tenemos sitio en internet: www.kranear.com.ar)

Después de haberla presentado con bombos y platillos en el IV Congreso Iberoamericano de Cultura que se hizo en Mar del Plata (*), ahora sí, el número 3 de KRANEAR está en algunos puntos de venta de la ciudad.

En esta edición entregamos el último tercio del álbum-poster con los luchadores latinoamericanos de todos los tiempos. Un verdadero lujo para grandes y chicos, a todo color, y de más de un metro de largo que, tal cual pusimos en la bajada de la contratapa del primer número, se puede colgar en la puerta del placard o en la pared del local que tenemos junto a los compañeros y compañeras, hinchados de orgullo, porque de a poco se va poblando con las ilustraciones de los grandísimos patriotas que tuvo nuestro continente (con las cuatro de éste número ya son doce las figuritas). Ahora, posa para nosotros, con los brazos cruzados y un gesto implacable en la cara, Francisco Solano López Carrillo, presidente del Paraguay durante 1862 y 1870, que puso a su patria entre las más prósperas de la época, y que estuvo al frente de las fuerzas armadas paraguayas para enfrentar a la Triple Alianza (Brasil, Argentina y Uruguay) que le declaraba la guerra.

El sumario no tiene desperdicio y tiene un grosor quizás algo excesivo: 120 páginas. Un texto de los amigos de la revista THC en el que nos cuentan la génesis y el recorrido del movimiento cannabico en la Argentina; un texto que ofrece un revisionismo histórico con todos los nombres que componen el pensamiento nacional y popular; otro que ensaya sobre la des-extranjerización de la economía; un relato sobre el trabajo que realiza el equipo de profesionales que está al frente del Programa Nacional Mapa Educativo del Ministerio de Educación de la Nación; un repaso sobre la experiencia revolucionaria, en términos políticos y comunicaciones del diario Noticias de la organización Montoneros; la sección sobre Gastronomía Latinoamericana; un relato inédito del escritor Pablo Ramos para la sección Literatura Nacional, y otros textos.

A disfrutar, entonces, del número que hasta ahora mejor sintetiza el espíritu de una revista que de a poco, y a puro corazón militante, va conquistando seguidores.

(*) Con el kirchnerismo todo llega, dice mi hermano. Alcanza con levantar la vista unos centímetros del suelo para ver que las mejoras están ahí, al alcance de la mano, como un panadero que flota en el aire. Es tan intensa y vertiginosa la transformación que estamos viviendo en la Argentina que entre los que militamos en política, cada tanto, nos recordamos que hay que hacer una pausa, sentarse bajo la sombra de un árbol, y disfrutar y celebrar las conquistas, porque son únicas, irrepetibles, y tienen serias chances de trascender nuestra época para impactar, positivamente, en la vida de nuestros hijos.



Y un día llegó el primer reconocimiento institucional para KRANEAR, de la mano de la Secretaría de Cultura de la Nación. La propuesta nos la hizo una conocida en un cumpleaños, una noche cualquiera. Dijimos que sí, claro. Apuramos los últimos detalles de diseño, junto a nuestra diseñadora, Silvina, negociamos los siempre tensos tiempos de la imprenta, y con las revistas todavía calientes dentro del baúl, un día de semana, nos perdimos en la autovía 2 junto a una parejita de venezolanos que estudian una maestría en la Universidad Nacional de Lanus, bancados por el gobierno bolivariano de Chavez.

Durante tres días y noches paramos en Hotel Provincial, un edificio monumental, restaurado estos años, en el corazón del balneario más popular de las playas argentinas. Con todo pago, y con la tarjeta a color del evento colgada de nuestros cuellos, participamos de un Congreso al que asistieron a exponer sobre “Cultura, Política y Participación Popular” figuras públicas y funcionarios de todo el continente. Aprovechamos, por supuesto, y como lo hicieron las doscientas personas que operaron durante todo el fin de semana a favor de sus intereses, para instalar nuestra criatura, tejer relaciones, hacer migas con muchos colegas argentinos y latinoamericanos que también tuvieron la suerte de dormir en una habitación con vista al mar, desayunar licuados y frutas secas, y escuchar en los distintos paneles a los hombres y a las mujeres de nuestra Patria Grande que tenían algo para contar. En el plano íntimo, compartir larguísimas charlas con mi compañero de ruta, el director de la revista, Lalo Recanatini, tan apasionado por la política y la comunicación, como por los colores de Gimnasia y Esgrima de la Plata y la radio portátil que mete en el bolso cada vez que viaja, no tuvo ni una pisca de desperdicio.

1 comentario:

Racingcapo dijo...

Entre todos somos uno:

http://www.youtube.com/watch?v=VDhEheaH43k&feature=relmfu

Manu y Santino Dios

Manu y Santino Dios