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Como dijo Maradona, que la chupen los gorilas




Lo hablábamos en la tribuna: la argentina es un país único por la intensidad con la que vivimos tanto las desgracias como las conquistas. Pensá en el 2001, por ejemplo, dijo uno, que andaría por los treinta años. Y recordamos la plaza de mayo, los caballos sobre las madres, los gases, las corridas y barricadas en la Diagonal Norte, la batalla cuerpo a cuerpo con la infantería de la federal, los muertos, el fuego. Y ahora mirá, ejemplificó otro, que había venido desde Tucumán y que no superaba los treinta: el campo de juego se poblaba de militantes a un ritmo enloquecedor, las dos plateas, norte y sur, ya estaban llenas, y la tribuna que ocupábamos nosotros, juntos a miles de compañeros y compañeras, era un hervidero. Si no tuvieses la visión del campo, y el escenario con la consigna Unidos y Organizados, y sólo mirases hacia los costados, estaríamos en la tribuna de cualquier cancha de nuestro fútbol, irrumpió ella, que tenía puestas unas zapatillas Topper, jeans y un bucito Adidas desabrochado de color verde. O lo mismo que pasa en los recitales, agregó otro, en los que todo el mundo salta, flamea banderas, o prendía bengalas. Un hombre con una campera de Lanús empezó a repartir sándwiches de jamón y queso. También había algunas bebidas. Varios, alrededor, tomaban mate. Conté la anécdota de Darryl Jones, el bajista de los stones, que dos días después de haber tocado en River bajo una cortina de agua y ante miles de argentinos que revoleaban la remera por arriba de sus cabezas, pedía en su blog que algún sociólogo le explicase qué carajo nos pasaba a los argentinos. El tipo no entendía qué fue lo que había pasado acá, cerré. Y en ese momento los locutores pidieron que las personas que estaban subidas a las torres de la luz, se bajasen. La miré, y nos encontramos: ella lo hacía con firmeza desde debajo de la visera que se había armado con su mano derecha porque el sol le daba de lleno en los ojos. Se había sacado el buzo. Las tiritas de la musculosa blanca le resaltaban las curvas de sus hombros suaves y dorados. Los locutores anunciaron el show de cumbia de Clase K.

Para los que somos futboleros el acto de Vélez pagó por dos, porque no sólo la tribuna de nuestra organización, enfiestada de trapos, trompetas, bombos y flameadoras, celebró, masivamente, y una vez más, que formamos parte de la generación del bicentenario que parieron Néstor y Cristina, sino también, porque colgamos trapos a lo largo y ancho de la tribuna, desplegamos las sábanas gigantescas de YPF, y nos quedamos, una hora después de finalizado el acto, arriba de los paraavalanchas, entonando, una y otra vez, el cancionero nacional y popular que retrata, con suspicacia y sello propio, las características de una nueva era.

3 comentarios:

ANdeNES dijo...

Estimados colegas:

La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual AFSCA ha creado desde hace ya algún tiempo la Agencia Nacional de Noticias Escolares ANdeNES como parte de la aplicación de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual. En tal sentido ANdeNES alienta la participación de las escuelas, sus docentes y alumnos en la construcción de noticias e informaciones, contempla la recepción de toda actividad que las instituciones produzcan, propongan o sugieran para su difusión, para constituirse en referencia de un trabajo sistémico interescolar a nivel nacional y regional.

Desde AFSCA AndeNES les pedimos tengan a bien difundir la existencia de la Agencia entre sus adherentes, amigos, compañeros y simpatizantes, enviarnos material para su difusión y otras noticias e informaciones que quieran hacer llegar a las escuelas.

Desde ya el equipo ANdeNES AFSCA se encuentra a vuestra disposición para todo aquello vinculado a las escuelas, a la infancia y adolescencia y demás contenidos que se consideren relevantes.

Facebook: Andenes Afsca
Muchas Gracias

Pablo Campos
Director Equipo ANdeNES

felicidad dijo...

Que fiesta que se está armando en nuestra patria!!!!!
Nos la merecemos.

Mariano Abrevaya Dios dijo...

Bien ahí, Felicidad. Nos la merecemos, claro que sí.

Manu y Santino Dios

Manu y Santino Dios