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La contratapa de Sandra Russo del diario Página 12 de hoy se llama "Compañeros", y habla de Nestor y Cristina, dos nombres de época, hoy en desuso, nombres que se le ponía a los chicos y chicas que para los setenta tenían veinte años -para mi, cuando Sandra desmembrana, o desmaleza, corre la mata para ver desde más cerca, analiza caractéres, comportamientos, pone la lupa en las cositas de todos los días, es cuando hace diferencia con el resto de los analistas políticos-.
La nota habla de ellos, del matrimonio mejor preparado para conducir a este maldito país, dos cuadros que están por encima del resto de la dirigencia actual, escasa, heredada, muchos de ellos, y ellas, nefastos. Hace hincapié en la palabra compañeros, poronista de origen pero que habla de ponerse el hombro, de sostener, un término que fue apropiado por otros y por otras para hablar justamente de eso, de bancar al otro. Habla del amor por las ideas. Dice: "aquellas ideas de autonomía económica, inclusión social, integración regional, presencia estatal allí donde el mercado chupa sangre".

Sandra destaca el tema del género, habla mucho de ella, de como trata a su marido -cuando lo nombre lo hace a través del apellido o de un despojado 'el hombre que está a mi izquierda'-, de como se apoya en él. Habla del momento en el que ella levanta la cabeza y pone a las madres y abuelas de plaza de mayo en el lugar mas alto de nuestra historia, el de la dignidad, el de la lucha cuando las condiciones eran mas desfavorables que nunca. También la cita a Eva Peron, icono de genero en la Argentina.
Sandra habla de de una generación -la de ellos, la de Nestor, Cristina, nuestros viejos, la de Sandra- que fue diezmada, pero que dejó semillas que hoy florecen. Que hoy florecen porque está a la vista, más allá de las ideologías, porque hay un proyecto de país en juego.

Me emocioné mucho con la nota de Sandra. Me emocioné mucho con el discurso de Cristina, su preparación política, sus ovarios, su transparencia, su carne y hueso, su conmoción por saberse parte de un proceso histórico que pretende mejorarle la calidad de vida a muchos y muchas.
Tenemos la suerte de estar viviendo, ser testigos directos, de coyunturas políticas como la de ayer, la primera presidenta mujer elegida por el voto popular, la continuidad de un proyecto nacional -impulsado por las convicciones de un hombre que ya hizo historia, que se fue por la puerta grande-, las madres y las abuelas aplaudidas durante varios minutos, y de pie, por toda la dirigencia nacional, y latinoamericana, después de la cita constante que baja de lo más alto del poder político.
Estoy contento. Hay que disfrutar. Toda la vida nos cagaron en la cabeza. Hoy la mano es diferente.Y hay que laburar e ir por más.

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Manu y Santino Dios

Manu y Santino Dios