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Miradas al Sur: Leonela Aguirre

Publicado por los Hermanos Dios en la sección Delitos y Pesquisas de Miradas al Sur del domingo 21/03/2009.

El miércoles 17 de marzo la noticia de una violación seguida de muerte despertó el último miércoles de un cachetazo a los 80.000 habitantes de la ciudad patagónica de Puerto Madryn, en la provincia de Chubut. La víctima tenía diez años y se llamaba Leonela Noemí Aguirre. Había sido vista por última vez caminado en dirección a su casa, la tarde anterior, y a pocas cuadras de su escuela. La encontraron a la madrugada, dentro de un volquete, entre una pila de escombros y con la cabeza cubierta por una bolsa de plástico.

Fue un barrendero quien llamó a la policía para denunciar el hallazgo del cadáver. Pero no fue él, sino el tío de la nena quien la encontró. Al parecer, el familiar sufrió un ataque de nervios y prefirió pedirle al empleado que hiciese la denuncia. Este incidente mantuvo, en un principio, al tío de Leonela como sospechoso. Pero los posteriores acontecimientos lo sacarían de la escena.

Los padres de la nena habían denunciado su desaparición el martes al corroborar que su hija no volvía de la escuela. Vecinos y familiares salieron a rastrillar las calles. También la policía. La noticia trascendió de boca en boca y al rato había sacudido el habitual funcionamiento de la ciudad.

El miércoles al mediodía trascendió que el cuerpo de la nena mostraba signos de haber sido previamente violada. La respuesta popular fue inmediata: al atardecer más de ocho mil personas se convocaron en la puerta de la casa de los Aguirre para exigir justicia. Había bronca, dolor e indignación. La multitud atravesó el centro de la ciudad. Pasaron por los tribunales, el palacio municipal, y terminaron en la Plaza San Martín. Al frente de la enorme columna iba la madre. Y en el camino se sumaron el ministro de Gobierno del Chubut y el intendente de Puerto Madryn. El Ministerio de Educación provincial decretó asueto escolar por duelo para el jueves. Durante el miércoles y el jueves se realizaron varios allanamientos. La mayoría en un asentamiento cercano a la casa de Leonela.

Pero el jueves a la tarde todo cambió: declaró una testigo clave, que había observado desde su casa cómo Leonela -a quien reconoció por las imágenes que mostraba el televisor- ingresaba junto al sospechoso en una casa situada en la calle Juan Acosta, frente al hospital local. La vecina levantó el teléfono ni bien se enteró que la fiscalía solicitaba información.

El testimonio de la mujer fue relevante y verosímil. Así se detuvo al principal sospechoso del asesinato.

Después de una serie de allanamientos en su domicilio, el Fiscal a cargo de la investigación de la causa, Daniel Báez, explicó a Miradas al Sur que con los elementos secuestrados en la vivienda del imputado se van a realizar diversas pericias. Hasta el jueves no había imputado y los rastros del cuerpo de la nena no podían compararse con ninguna muestra. Ahora sí: y eso se va a hacer con cabellos, efectos personales y demás elementos secuestrados en los allanamientos”. El fiscal aseguró que “los datos que se recolectaron son más que suficientes para establecer el material genético. Pero esto lleva su tiempo: 20 o 30 días”.

Linchar al acusado. Conocida la noticia de la detención, el jueves a la noche un nutrido grupo de vecinos enfurecidos fue hasta la casa del imputado e intentaron prenderla fuego. Tuvo que intervenir la policía para desalojar el lugar.

El Fiscal también contó que es el primer caso de violación seguida de muerte que investiga en Puerto Madryn. Pero que no es el primer caso de abuso sexual o violación de menores. “Si bien no es un delito habitual, sí existen varias denuncias e investigaciones: generalmente son delitos cerrados que se dan en el seno intra familiar”. Consultado por los próximos pasos de la causa, adelantó que luego de la audiencia con el principal imputado, se evaluará la convocatoria de nuevos testigos y la realización de nuevos allanamientos.

El detenido está imputado por homicidio agravado, previsto en el artículo 80, inciso 7) del Código Penal, que lleva la pena de cadena perpetua por entender que se mata “para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad”.

El acusado – supuestamente de 30 años de edad y padre de tres nenas, de 7, 11 y 13 años- designó como abogado defensor a Carlos Del Mármol, quien declaró que su cliente es inocente. “En la investigación que se esta realizando hubo un apresuramiento para detener a alguien, sin pruebas concretas. Voy a presentar veinte testigos que van a ratificar esa situación, porque no estaba en el lugar ese día. La testigo dice que pudo reconocer a la chica, pero no a mi defendido”, manifestó.

El informe de la autopsia que se hizo el día miércoles en la Morgue Judicial dictaminó que la causa de la muerte de Leonela fue “asfixia por estrangulamiento”, producto de un “cable en el cuello”. Además, estableció que habría sido abusada previamente. Y que la nena murió tres o cuatro horas antes de ser encontrada por el tío, y el barrendero.

En un principio se dijo que en los alrededores de la casa allanada habían encontrado un guardapolvo y una lapicera etiquetada con el nombre de la nena. El viernes a última hora se descartó esa versión: los padres de la nena dijeron que esa prueba no pertenecía a su hija.

A pesar de los avances en la investigación, el fiscal siempre se mostró cauto. “Hay que esperar que se confirmen científicamente las pruebas para no generar falsas expectativas en la comunidad”. Y en la misma línea declaró que “no podemos faltarles el respeto a los familiares de la víctima ni a la sociedad y expresar datos ni afirmaciones que no se puedan comprobar”.

El gobernador verborrágico. Estas declaraciones contrastaron con las efectuadas por el poder político. Cuando la Justicia todavía no había logrado pasos significativos en la investigación, el gobernador de la provincia de Chubut, Mario Das Neves, señaló que la Policía ya sabía quien era el autor del crimen. El Fiscal afirmó que estas declaraciones de Das Neves no afectan su investigación. “Yo trabajo muy tranquilo”, dijo.

Si bien el testimonio que motivó la detención, como se dijo, es contundente, todavía no se conocen otras pruebas fehacientes en contra del sospechoso.

El viernes a la mañana más de 4000 madrylenses volvieron a ganar las calles. Esta vez, para despedir a Leonela en el cementerio. Los habitantes de la ciudad recuerdan sólo un acontecimiento social de semejante envergadura: “La tragedia de los bomberitos”, ocurrida en el año 1994. El velatorio que habían preparado los Aguirre se realizó a 150 metros del lugar donde está, todavía hoy, como elemento de la investigación, el volquete donde fue encontrada la nena el día miércoles a la madrugada.

La espectacularidad y gravedad del caso trajo consecuencias en todas las actividades sociales de la comunidad. Los padres de los alumnos que concurren a la Escuela 124 dejaron de enviar a sus hijos al establecimiento. Después del asueto, el viernes debían reiniciarse las clases pero en el turno mañana casi no llegaron alumnos y en el turno tarde, al que concurría Leonela, solamente dos alumnas de sexto grado ingresaron al colegio con intención de retomar las actividades de manera normal.

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Por Enrique Stola (Psiquiatra. Psicodramatista. MP 61237)

La violación y muerte de la pequeña Leonela es un eslabón más de dolor e impotencia que sufren niños, niñas, adolescentes y mujeres por la bestial violencia de quienes se apropian del cuerpo de otra persona, en el contexto de una sociedad que no protege a los seres humanos vulnerables. Ya se verá si quien está detenido fue el autor de este crimen. De lo que sí podemos tener seguridad es de varios aspectos: a) estas conductas las tienen hombres de cualquier nivel social y educacional, b) niños, niñas y adolescentes están desprotegidos pues no tienen formación para cuidarse o detectar situaciones de riesgo, c) la hipocresía vigente habla de amor y cuidado pero niega la concreción de la educación sexual en las escuelas, que es uno de los medios fundamentales por las que niños y niñas podrían incorporar conocimientos y cuidarse individual y grupalmente, d) se insiste ignorantemente en medidas punitivas como la castración química, con total desconocimiento de que el goce de abusadores y violadores está en el ejercicio del poder sobre la víctima, e) es necesario que exista un registro nacional de delincuentes sexuales, entre otras cosas porque no hay evidencia científica de que exista un tratamiento eficaz que evite la reincidencia.

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Por Jose Sahovaler (Psiquiatra. MN 52738)

Con respecto a los abusadores sexuales hay que entender que ellos no se pueden controlar: están tomados por algo que se llama impulsión (es distinto de compulsión) y si bien planifican su ataque y pueden postergarlo, no pueden parar.

Los pedófilos son de 2 tipos: los que abusan de chicos a los que conocen (hijos, sobrinos, hermanos, etc.) que dependen de alguna manera de ellos, y los que atacan a niños/as (no solo a niñas sino también, y en un porcentaje menor pero elevado, a varones) que son desconocidos. En el caso de ser desconocido es imposible prevenirlo porque es como preveer un robo: nunca sabés si te puede tocar. En el primer caso, el pedófilo fijado (así se los llama según una clasificación) son los mismos niños quienes los denuncian, aunque pocas veces por temor, o culpa.
La otra pregunta a hacerse es si esta es una fijación sexual o si se usa al sexo como un modo de violencia donde lo importante es la violencia y lo sexual es secundario a ella.



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Manu y Santino Dios

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