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Pausa

Tiempos Modernos es una pequeña librería de la calle Cuba al 1900, en pleno barrio de Belgrano. Nunca había ingresado. Ni siquiera había registrado su nombre, en la marquesina. Resulta que hoy a la mañana andaba por la zona, entré a preguntar por un libro de Marcelo Saín que me estaba costando conseguir, y ¡uy!, lo tenían. Afuera hacía calor. Me vino bien la pausa. Fue en el mostrador, mientras pagaba, que se desarrolló un diálogo con la dueña del negocio. El precio del libro (económico), las reglas de juego que imponen las corporaciones editoriales, la caída de las ventas por la crisis generada por Cambiemos y el estereotipo de lector del que vive la librería hace treinta años. Son gente de un buen poder adquisitivo, pero la hicieron y mantienen trabajando, explicó la señora. Esto no es Patio Bullrich, advirtió. Mucho profesional y gerente de empresa privada. Dos datos de color: Sinceramente fue el libro que más vendió desde siempre, y un número significativo de jóvenes, de la Universidad de Belgrano, preguntan y adquieren un libro de José Luis Espert. En el medio del salón había dos mesas con pilas de libros. Las paredes, de piso al techo. Ensayos, ficción, poesía, ciencias sociales, foto, cine, autoayuda. Todo lo que tenga chances de ser vendido. También había volúmenes a lo largo de un estrecho pasillo que desbocaba en una especie de depósito. Ahí acomodaba libros un joven que, un par de veces, a la distancia, aclaró un par de dudas con respecto a precios y títulos. Ella me confesó que él era kirchnerista y que ella no tanto. Se mencionó a las escritoras Cabezón Cámara y Samanta Schweblin, quienes hace solo unas horas, se supo, forman parte del plantel de escritores y escritoras finalistas del prestigioso certamen Booker Prize. La dueña contó que ambas se venden muy bien, que no había leído a la primera, y sí a la segunda (aunque aclaró que no le gustó). Todo lo relativo al feminismo también se vendió muy bien, confió, y señaló que son muchos los jóvenes varones que a lo largo compraron Putita golosa, el exitoso libro de Luciana Peker. Era hora de seguir. Les pedí una tarjeta, o cuenta en una red social, para contactarlos en caso de que esté buscando algún título. Sugiero darse una vuelta. Se trata de una librería atendida por su dueña, cerca de Barancas de Belgrano y Cabildo y Juramento, y lejos de las grandes tiendas que venden ejemplares de Planeta y Sudamericana como si fuesen cafés y crocantes de un Starbucks.

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Manu y Santino Dios

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