Para Marce y Wen (por orden de antigüedad)
1) Ficciones
Queríamos hacer una encuesta a todas las minas que había en MDM (Madame en el lenguaje rosarino): ¿Por qué iban a este boliche? Unos amigos nos contaron que los fines de semana van a MDM alrededor de 3000 personas. ¿1500 mujeres? No sabemos la cantidad exacta, lo que sabemos -porque lo vimos- es que el 90% están buenísimas. Rosario tiene eso, además del río, el monumento y los amigos: un promedio descomunal de chicas lindas. Lo cierto es que ninguno de nosotros, porteños de ley, tuvimos nunca la oportunidad de darle ni siquiera un pico a una rosarina, y eso que vamos periódicamente a la Chicago argentina hace más de 15 años.
Queríamos preguntarle eso: ¿Por qué? Porque nosotros, hay que decirlo, en Rosario vamos a un tipo de discotecas que jamás iríamos en Buenos Aires, pero vamos porque queremos verlas y, sin saber cómo, queremos llevarlas aunque sea hasta el auto. Pero, insistimos: ¿Por qué van ellas? ¿Qué buscan? Calculamos que casi todos los hombres, salvo uno que otro que va con la novia, van a MDM a buscar una mina para hacer algo más que hablar. ¿Y ellas? Ellas bailan, caminan, toman, hablan, gritan. Van de pista en pista, a la de afuera a la de adentro. No miran, no escuchan. Y se van solas. A las 6 de la mañana el amanecer en la calle se llena de chicas solas.
2) Realidades
Cuarenta mil personas invaden pacíficamente un lugar acostumbrado a treinta mil: Jesús María. El viaje es largo y siempre divertido. Hay una liberación de algo que ya está liberado. Al llegar con el Corsa gris, ya es de noche, los siete kilómetros de la caravana de autos aceleran el revoloteo de esas mariposas que de tanto en tanto aparecen en la panza de los seres humanos, por amor, por desamor, por miedo; generalmente antes de que pase algo especial. Cortazar decía que eran arañas.
Estamos en un lugar que es nuestro hace más de 15 años, desde Obras o desde Racing. Tenemos 31, 32 años. Acá somos absolutamente jóvenes. La calle es nuestra. El vino y la cerveza también. Sólo caminar las últimas cuadras antes de entrar al estadio, hacer sólo eso, paga todo el viaje. Lo demás es música. Las dos cosas juntas es rock.
El clima que se vive en la previa de los recitales de los Redondos, ahora del Indio, es la máxima expresión del sentimiento ricotero: es una comunión, es el beso antes del sexo, es enterarse del sabor del vino, no hay foto, no hay crónica; hay humo, cientos de pies con el mismo destino, alegría contenida, ebriedad solidaria, fiesta callejera. Si supiéramos de poesía, esto sería poesía pura.
3) Ficciones
En Jesús María no conocimos a Jesús pero sí a dos Marías. Viven del campo pero odian a sus dueños (grandes, medianos y chicos). Odian también a la presidenta de la Nación. Por nuestro cansancio y nuestras segundas intenciones eludimos la problemática y entramos en confianza. Tres a dos puede ser un partidazo si todos aceptan las mismas reglas. No era el caso. Ellas se suben a nuestro auto y nos llevan a pasear a la montaña que sólo sentimos y escuchamos porque la noche es cerrada y la luna chiquita. Ellas quieren –después lo analizamos- padres para sus hijos, nosotros poder contar algo más cuando volvemos.
4) Realidades
Tres amigos que manejan su vida de manera diferente pero absolutamente juntos. Cuarenta y ocho horas de pura intensidad, de mucha ruta, pocas horas durmiendo, siempre soñando. Tres amigos que, con tanta caminata, eligen demostrar su cariño proponiendo el chiste más gracioso. Gracias.
Riki
Buscar dentro de HermanosDios
El viaje Redondo
Subido por
Riki Dios
on domingo, 20 de abril de 2008
1 comentario:
Muy lindo todo la verdad ,los felicito y los espero en mi casa de cuba ,conmigo o sin mi ,
Publicar un comentario