Nota publicada el domingo 3 de marzo de 2010 en el diario Miradas al Sur.
Cayó otro represor
Por Mariano Abrevaya Dios y Ricardo Dios
A pocos días de cumplirse los 34 años del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 la Justicia ordenó la detención de un ex suboficial de la Armada buscado hace muchos años. Se lo acusa por más de 600 delitos de lesa humanidad: tortura, privación ilegítima de libertad y apropiación de menores, y quienes tuvieron la desgracia de conocerlo afirman que era un torturador feroz, un empleado modelo del genocidio argentino y uno de los hombres de máxima confianza de los jerarcas que comandaban el centro de exterminio más siniestro de nuestro país. Se trata de Carlos Galián, de 66 años, el jefe de la guardia que custodiaba a los detenidos-desaparecidos hacinados dentro de la Ex ESMA. Le decían "Pedro Bolita", por los marcados rasgos andinos que le delineaban la cara. Poco se sabía de él. Estuvo prófugo más de treinta años. Hasta ahora.
El Juez Federal Sergio Torres, a cargo de la megacausa ESMA, ordenó su captura el sábado 20 de marzo, a partir de los resultados que arrojó la extensa investigación que llevó adelante junto al fiscal federal Eduardo Taiano (con la contribución de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación). Luis Alen, Subsecretario de Protección de Derechos Humanos informó a Miradas al Sur que se tuvo certeza de que “Pedro Bolita” era Carlos Galián después de que el día viernes 19 de marzo seis de siete sobrevivientes, entre ellos Martín Grass y Graciela Daleo, lo reconocieran en una fotografía. Hasta ese momento sólo se conocía la ciudad en la que había nacido, Jujuy, y algunos rasgos de su cara: ojos achinados, nariz ancha, y chata, y el color oscuro de su piel. El represor fue detenido el lunes a la tarde por agentes de la Policía Federal, en la calle Magallanes al 700, en la localidad bonaerense de Ciudadela. Cuando irrumpieron en su domicilio, el hombre extendió sus brazos y ofreció las muñecas. Lo esposaron y lo metieron dentro de un celular. En el juzgado se negó a declarar y ahora está detenido en el penal de Marcos Paz. El Juez Torres le aplicó la prisión preventiva y en los próximos días debería dictar el auto de procesamiento.
Teniendo en cuenta el rol que tenía Galián en la represión se teme que sufra represalias de parte de los demás represores detenidos en Marcos Paz, para evitar que declare todo lo que sabe. Fuentes judiciales informaron a Miradas al Sur que por ahora no se previeron medidas de seguridad específicas para resguardar su integridad física pero que sí se establecieron medidas clínicas debido a que Galián sufre de problemas en los riñones y debe hacerse diálisis tres veces por semana. Por ese motivo el abogado defensor de “Pedro Bolita” inició un expediente para obtener la prisión domiciliaria.
Los sobrevivientes cuentan que Galián era el responsable de llevar a los detenidos-desaparecidos hasta “El Sótano” del casino de oficiales de la ESMA en el momento previo al “traslado”, el cínico eufemismo que usaba la Armada para referirse a los vuelos de la muerte. “Pedro Bolita” cumplía ferozmente su función en el engranaje del genocidio y en los relatos de las víctimas se lo describe como una persona muy obsecuente, comprometido física e ideológicamente con la represión.
Torres dispuso la detención de Galián en el marco de la "megacausa ESMA", que en su primer tramo hoy se encuentra en pleno juicio oral y público en el Tribunal Oral y Federal Nro. 5, y en el cual se puede ver en el banquillo de los acusados, a los represores Jorge "el tigre" Acosta, Alfredo Astiz, Juan Azic, Ricardo Miguel Cavallo, Adolfo Donda, Antonio Pernías, Jorge Radice, Juan Carlos Rolón y Ernesto Weber, entre otros.
Galián también tenía bajo su responsabilidad, junto al prefecto Héctor Febres (a quien se encontró muerto el 10 de diciembre del 2007 dentro de su celda por ingesta de cianuro, horas antes de que dijera sus últimas palabras ante el tribunal y se le dictara sentencia por sus crímenes), la custodia de las detenidas que estaban embarazadas y a las que luego les robaban sus hijos. El represor está denunciado en el “Nunca Más” por haber retirado a varios niños nacidos en cautiverio. Sara Solarz de Osatinsky declaró que “Pedro Bolita” fue quien se llevó entre sus brazos, a mediados de 1977, al niño recién nacido de Ana de Castro y a la hija de María del Carmen Moyano de Poblete, ambas desaparecidas. El 7 de septiembre de 1977 se llevó al hijo de Cecilia Viñas, que fue a parar a manos del capitán Jorge Vildoza, todavía prófugo. En enero de 1978 se llevó a la hija de Susana Beatriz Siver de Reinhold y también al hijo de Liliana Pereya.
Según la declaración de Ana María Martí, en marzo de 1978, el ex suboficial de la Armada se llevó de la ESMA a Juan Cabandié, el nieto recuperado número 77, y actual legislador porteño por Encuentro Popular para la Victoria. Cabandié le dijo a Miradas al Sur que Sara Osantisky también declaró que a él se lo llevó Pedro Bolita de la ESMA y que fue Galián quien obligó a su mamá a escribir una carta dirigida a sus abuelos, que nunca llegó a destino. En una práctica habitual, con Febres a la cabeza y Galián ejecutando, engañaban a las madres diciéndoles que sus hijos serían entregados a la familia.
Durante la última semana, y en el marco de la causa que investiga la sistemática apropiación de bebés durante la dictadura, el Fiscal Federico Delgado le reclamó al juez Norberto Oyarbide que le tome declaración indagatoria al ahora detenido Carlos Galián, por el robo de niños nacidos en cautiverio. El representante del Ministerio Público dictaminó que se encuentra probado que “Pedro Bolita” era quien se encargaba del traslado de los bebés nacidos en cautiverio dentro de la Ex ESMA.
LOS PEDROS (Recuadro)
Por medio de los testimonios de varios sobrevivientes que estuvieron detenidos en la Ex ESMA se sabe que a los jefes de los guardias que los custodiaban les decían "Los Pedros". Uno de ellos era "Pedro Morrón", alias que le habían puesto sus compañeros de fuerza porque al parecer siempre andaba con los cachetes colorados. A otro le habían puesto “Pedro Cachetada” porque tenía la costumbre de pegarles a los detenidos con la mano abierta.
“Los Pedros” eran jóvenes suboficiales de la Marina, reportaban a los oficiales de turno y eran responsables de “los Verdes”, o “los Pablos”, conscriptos de 18 años de edad que tenían asignada la tarea de conducir a los detenidos a los baños o llevarles la ración de comida. Uno de los Pedros más visible y sanguinario era "Pedro Bolita".
Según le comentó a Miradas al Sur una sobreviviente de la Ex ESMA que estuvo detenida-desaparecida entre 1977 y 1979 (que declaró en varias oportunidades y que lo seguirá haciendo), los “Pedros” se ganaban los apodos en relación a sus conductas o características físicas: Pedro Morrón, Pedro Cachetada, Pedro Cacho, Pedro Oreja, Pedro Cano, Pedro Colibrí, Pedro Lee, Pedro Loro.
Otra sobreviviente, en un pasaje del testimonio que diera en el Juicio a las Juntas, en el año 1985, declaró: “(…) en eso llegó el suboficial Pedro, Pedro Cacho, los Pedros eran los suboficiales que estaban a cargo de la guardia, y se los llamaba Pedro, porque eran los que tenían las llaves de los candados, de ahí venía el nombre”.
“Los Pedros” tenían en su poder las llaves que abrían los grilletes que los detenidos tenían en los pies y en las manos dentro de Capucha, Capuchita o El Sótano en la Ex ESMA. De ahí el mote bíblico que los represores ostentaban dentro del entonces centro clandestino de detención, tortura y exterminio.
De acuerdo con el Nuevo Testamento Pedro fue un pescador conocido por ser uno de los doce apóstoles, discípulos de Jesús de Nazaret. Le decían el "Príncipe de los Apóstoles". La Iglesia católica, con sede en el Vaticano, lo identifica como el primer dirigente de su Iglesia, basándose, entre otros argumentos, en las palabras que le dirigió Jesús: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo” (Mateo 16:18-19).
2 comentarios:
Estos Pedros abrian las puertas al infierno, ahora hay que abrirles esa puerta a ellos y que se pudran dentro.
Muy buena la nota!
altisima nota grosossss!!!
Gabi.
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