Hermanos de la vida

Ricardo Dios es mi medio hermano, de parte de nuestro padre. Ramiro Abrevaya también es mi medio hermano, pero de parte de nuestra madre. Ellos no comparten ni madre ni padre, pero sí una historia común, atravesada por el pasado disfuncional de nuestra familia. Mis hermanos no son hermanos entre ellos, pero da igual. De sangre, o de vida, hemos crecido juntos, y hoy, de grandes, compartimos deseos, pasiones y raíces.

Mis hermanos son mis amigos (hay una más, que se llama Celeste Abrevaya: la menor). Ahí se condensan mis relaciones sociales más íntimas. La confianza y el amor.

Ramiro es compositor, cantante y guitarrista. Toqué con él varios años, y compartimos proyectos. Después me atrapó la literatura, y me dejé llevar. Él siguió, y hoy edifica una carrera solista. Sacó disco, y ahora video.

Acá, el enlace.