Me desperté y en mi celular había un mail. Era Claudia. Escribía, a las 7 de la mañana, que a P la habían metido tres balazos y una cuchillada. P volvía a su casa, en Ciudad Evita, a la noche y la atacaron. Dicen, dice Claudia en su mail, que es por una pelea entre bandas del barrio. Se la agarraron con P porque había que dársela a alguien, había que mostrar. P es madre soltera, muy querida en el barrio. Trabaja con Claudia y se fue sonriente el martes a la noche del laburo.
Cristina habla en la Villa 31, recuerda y reivindica al Padre Mugica. “No alcanza con leer el evangelio, hay que generar una acción política, militante”. Le saco fotos con el celular y salen horribles. Su mirada se pierde en unas nenas que le gritan: “Cristina, Cristina”. Termina de hablar, de conquistarnos una vez más, y alza un bebe que alguien le pone en sus brazos. Cantamos todos la canción del Padre Mugica, que murió acribillado por balazos de la Triple A hace 36 años.
Viene a la oficina FV, estuvo preso en Devoto 5 meses por un asesinato que no cometió. El famoso crimen de Parque Chacabuco a fines de noviembre del año pasado, cuando mataron de un balazo a Sandra Brickman después de robarle un celular y algo de plata. FV fue a la cárcel por la presión de los medios y los miedos del Juez. Lo metieron porque era el primero que pasó por ahí. Lo largaron hace pocos días y está desolado, sin trabajo, sin un mango. La causa muestra desde un principio que FV nada tenía que ver con el caso. Los asesinos de Brickman siguen caminando el barrio sin problemas. Los medios del miedo ya no se ocupan del tema, estuvo una semana en las primeras páginas, y consiguieron un detenido, suficiente. Hay que seguir por otro lado. (Cualquiera puede ser víctima de la inseguridad judicial)
Zanetti se quedó afuera.
Stornelli también.
Me llama Claudia. Me da el nombre del Fiscal de la causa del caso P, me pide que averigüe. Averiguo. Es tibio, pero no cómplice. Hay que meterle presión. La llamo a Claudia para decirle esto pero Claudia está llorando, P está muy grave.
Llego a la presentación del libro de Mariano, Fogonazos. Brizuela y Vecino elogian el libro con discursos profundos, analíticos y conmovedores. Fogonazos es uno de los mejores primeros libros que leyeron en su vida, dicen los dos.
Fogonazos habla de la vida de unos para ser leída con la mirada de otros. La literatura como herramienta. El conflicto como expresión social. Y la justicia, banal.
1 comentario:
Que germinen los libros Fogonazos para que podamos enterarnos, comprender, actuar y mirar esas vidas que nos parecen ajenas, pero no lo son
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