Lanzamos la revista KRANEAR

A las pocas horas de la perpetua en cárcel común para Jorge Rafael Videla y Benjamín Menéndez (y la inauguración que hiciese la Presidenta del último tramo de la autopista Rosario-Córdoba, en la localidad de Leones), un día después de las condenas perpetuas para el “Turco” Julián y otros quince asesinos que operaron en las sombras del circuito ABO, y otros tres genocidas condenados en la ciudad de Mar del Plata ( y el anuncio oficial de que Mercedes Benz vuelve a producir camiones en nuestro país), presentamos nuestra revista.

Rodeados por los compañeros, amigos, familia, y abrazados por el aire caliente de estos días, en el local de “MU Punto de Encuentro”, a una cuadra de la Universidad de las Madres, en la zona del Congreso, nos sacamos el gusto de presentar nuestro proyecto comunicacional. Sin tecnicismos ni palabras grandilocuentes, con la alegría de ver concretado un objetivo, desentrañamos su génesis, contamos la cocina de la revista, los primeros encuentros en la casa de Lalo, en San Telmo, el "para qué" de la revista, la individualización de nuestros potenciales lectores, la idea del álbum con figuritas coleccionables con las caras de nuestros luchadores latinoamericanos, la parrilla de temas que terminaron en el sumario, los trámites legales que nos tuvimos que poner al hombro, y en especial, la certeza de que nuestra mirada, voz y estética, tienen una estrecha relación con los tiempos que corren. Sin los juicios, las obras públicas, las políticas sociales, el fortalecimiento de las instituciones, la obra completa de Néstor y Cristina Kirchner y otros presidentes de la región, lo nuestro no tendría horizonte. Ni siquiera hubiese nacido. De eso hablamos en el lanzamiento. De la intención de ponerle voz a un proceso político, económico y cultural que no tiene antecedentes, por lo menos para nuestra generación. Hablamos de nuestro deseo, ligado a la comunicación y a la política. Y dijimos que nuestra intención es ofrecer un aporte militante para la causa.

En la mesa nos acompañaron Silvina Spinelli, la diseñadora, y también Claudia Acuña, dueña de casa, que habló del lanzamiento de KRANEAR como un acto de amor, y que desde el momento que llegamos hasta que nos fuimos, nos trató con la cordialidad de una madre.

La Virgen de Guadalupe, luminosa estrella principal de nuestro primer ejemplar, invadió los cuatro costados del salón. Cuando nos retiramos, hubo un breve forcejeo para ver quién se llevaba a casa la lona que habíamos impreso para la presentación, y que durante los cuarenta minutos que estuvimos sentados al frente, nos acompañó adherida a una pizarra.

Un nuevo proyecto ha nacido. Gracias a todos por acompañarnos.

(KRANEAR se consigue en MU Punto de Encuentro, Hipólito Yrigoyen 1440).